La sakura o flor del cerezo

¡ Belleza efímera !

Recordemos este trabajo, que he publicado hace un año, creo que vale la pena, no olvidarnos.

Cuando las ramas del cerezo se cubren de millones de flores nos indica que la primavera ha llegado. Sabiendo que la flor dura de una a dos semanas, los amantes de este espectáculo deben aprovechar cada segundo.

Hay ciudades como Japón que durante estos días realizan festivales tanto de  día, como de noche, los árboles están iluminados y la gente improvisa picnic bajo ese manto de flores que sólo puede evocar una atmósfera mágica.

¡ aiii.......como me gustaría presenciar ese momento !

También los budistas celebran este acontecimiento, para ellos representa el ciclo que atravesamos los seres humanos a través de nuestras etapas. Símbolo de transformación, nos indica como las cosas tienen su principio, su época de gloria y su ocaso. Dándole importancia y entendiendo la belleza en todas sus formas. Considerada su última etapa la más bella, cuando las flores caen al suelo antes de morir.

Te mostraré como a partir de una pequeña bolita de pasta de modelar, nosotros somos capaces de crear belleza, aún en días de invierno.

Este es el resultado final de la flor del cerezo.

Elementos necesarios

1- Pasta de Modelar Kirei

2- Pintura al oleo para dar color, (verde,ocre,blanco zinc y rosa).

3- Alambre de 26 y 12 mm

4- Tijera y cola de látex.

5- cinta de papel

Vamos a ello... 

 1. Con este tamaño de bolita comenzamos ha realizar nuestra flor.

2. Pegamos el alambre más fino con un poco de cola a la bolita de pasta, sin olvidarnos de hacer una pequeña muesca en el extremo para que la pasta quede más sujeta.

3. Los pistilos los cortamos a una altura de 1 cm. y los enganchamos con la bolita de pasta que tenemos preparada en el alambre.

4. Aquí vemos algunos capullitos cerrados, donde sólo marcamos una cruz en el extremo para ganar relieve; y otras con el corte más profundo para sacar los pétalos.

5. Hacemos un cono con pasta color verde, cortamos por la mitad y volvemos a cortar, para que nos queden cuatro hojitas, que con un poquito de cola pegaremos a la flor y con la misma pasta sobrante iremos forrando el alambre hasta el final, más o menos unos 5cm.

6. Así nos debe quedar por la parte de atrás, trabajar el gesto del pétalo y con el excedente que queda, después de darle forma al capullo,  vamos bajando poco a poco hasta cubrir el resto del alambre.

7. Pintamos el centro para darle profundidad, agrupamos ramilletes y enganchamos al alambre que usaremos de rama con cinta de papel, que luego pintaremos de color marrón oscuro; en este caso la pintura puede ser acrílica, para que seque más rápido. 

Los ramilletes quedarán fijados a la rama, formando pequeñas nervaduras, que luego con la pintura, quedan disimulados.

No nos olvidemos jamás que cada detalle de lo que estamos viendo, ha partido de una minúscula bolita de pasta.

De todas las lecciones que nos deja el cerezo, la más importante es saber apreciar y disfrutar del ahora. No importa el camino que te haya tocado vivir, estoy segura de que siempre encontrarás un cerezo en tu paso por la vida, uno que te haga recordar lo importante que es vivir a plenitud, cada momento.

La belleza es efímera, y la juventud pasajera, pero quien conserva la capacidad de verla, no envejecerá jamás.

Hasta la próxima.

www.laollacreativadegladys.com